domingo, 25 de octubre de 2020

Papel - electrónica - audio



Desde comienzo de siglo ha habido una lucha, guerra o desacreditación hacia una forma de leer, y me refiero a el libro de papel y el libro electrónico (o en español mal llamado ebook). 

Los detractores del libro electrónico defienden que éste no huele. ¡Así es! El olor de la tinta impresa, aunque indescriptible (lo han intentado muchos), no lo tiene el soporte electrónico. Otra de las ventajas del libro de papel es que no necesita estar enchufado, por lo que en cualquier lugar y momento se puede leer. No daña a la vista puesto que no tiene luz propia que molesta al globo ocular. También argumentan que sostener un libro entre las manos y pasar las hojas, volver hacia atrás e incluso doblar una esquina de la hoja, es un placer que con el libro electrónico no se puede realizar.

Por otro lado tenemos a los defensores del libro electrónico. Las ventajas que estos argumentan son mas practicas que románticas. Se puede tener en un lector toda una biblioteca sin que te ocupe espacio físico, cosa que el libro de papel si lo hace. El tipo y tamaño de letra se puede adecuar a cada lector para mayor comodidad de lectura. Lo de dañar la visión no es del todo correcto puesto que tipo de tinta (así se denomina) utilizada se comporta de manera similar a la del papel, ya que se necesita luz exterior para poder leer. El precio es algo importante, el libro digital es mas barato, dependiendo de donde se adquiera puede llegar a ser la mitad. No pesa, si se tuviera que llevar encima la cantidad de libros en papel que se puede llegar a tener en el lector electrónico se necesitaría algún medio para transportarlos.

Existen muchas más ventajas y desventajas esgrimidas por una y otra parte que no voy a enumerar, pues esta entrada se haría interminable. Sé que alguno de vosotros os estaréis preguntando por qué lado me inclino. Me gusta leer y escribir en papel, pero también me gusta y lo hago en soporte electrónico. Las ventajas de uno y otro lado pueden compaginarse.

Pero ha surgido algo nuevo (bueno ya existía pero hoy en día se está potenciando), y es el audio-libro. Todos hemos visto y oído publicidad sobre los audio-libros, donde actores famosos son el reclamo. Buenos actores sin ningún genero de dudas, que en esta maldita pandemia han visto una salida mas.

¿A favor o en contra? Los audio-libros los considero esenciales para las personas invidentes, o con problemas de visión serio, pues se les abre una puerta muy importante.

Desconozco lo que opinan los defensores del libro de papel sobre esta nueva modalidad, porque al igual que los libros electrónicos no se puede oler la tinta ni el papel, y también se necesita estar enchufado, etc.

¿Mi opinión? Como he dicho antes para ciertas personas me parece un soporte perfecto y necesario, pero para las personas que pueden disfrutar leyendo no me convence ¿Dónde está parte imaginativa del lector en cómo hablan los personajes, y su tono de voz ? Los actores, grandes todos, darán la entonación correcta, recitarán los diálogos a la perfección, te situarán dentro de la trama, pero todo eso no se puede comparar con la imaginación del lector. 

El pirata de la isla del tesoro rie como el lector quiere que ría. Kim de la india se mueve por los tejados con la soltura que su autor describe pero también como el lector imagina. El capitán Alatriste mira a su adversario como el lector cree que lo hace. Ulises sufre atado al palo mayor mientras escucha a las sirenas como el lector quiere. Todos hemos visto una película basada en una novela que previamente hemos leído y no nos ha convencido ¿Por qué? Porque hemos imaginado otra cosa distinta a la que a imaginado el director del film.

Particularmente y después de esgrimir todo lo dicho estoy favor de los tres soporte y modalidades, pero cada uno a quien vaya dirigido, y sobre todo porque fomenta algo importante, la cultura, cosa que hoy por hoy se valora muy poco.

¿Y vosotros que opinais? 


©Texto de Jesús García Lorenzo

martes, 13 de octubre de 2020

Concierto para clarinete en La mayor K622


Concierto para clarinete en La mayor K622


Hoy hablaré de un concierto de Amadeus  Mozart que (al menos hasta hace unos pocos años), era la obra que se tenía que tocar como examen final de clarinete en el conservatorio.

Mozart comenzó a escribirla en 1787 como una obra concertante para corno di basset, y que en 1791 acabaría convertida en el Concierto en La mayor, y que hoy se catalogó como K621b y posteriormente en K622.

Mozart escribió dos obras para este instrumento , el Quinteto K581 y el Concierto K622.

El clarinete apareció en la primera década del siglo XVIII, inventado por Christoph Denner, era un instrumento cilíndrico y con un lengüeta sencilla y una llave. En 1730 ya se colocaron dos llaves mas.

El clarinete tardó en hacerse atractivo para los compositores. Comienza a tener éxito  a partir de 1760, cuando se perfeccionó su mecanismo y se añaden nuevas llaves hasta un total de cinco, pareciéndose al que hoy conocemos.

Cuando Mozart compuso el Quinteto no existían precedentes de instrumentación por lo que resulta de una maestría absoluta, y que perfeccionó con el Concierto K622.

Hasta aquí lo que la historia nos cuenta, ahora lo que la leyenda nos quiere hacer creer, o no.

El Concierto para clarinete en La mayor fue un encargo de un amigo suyo y perteneciente como él a Logia. Éste amigo se las daba de ser un buen instrumentista de clarinete, por lo que Mozart le entregó la partitura tres días antes del concierto que ya se había anunciado. La partitura le pareció muy difícil a su amigo por lo que Mozart la modificó para que le fuera un poco más fácil . El día del concierto Mozart acudió con la partitura. La interpretación fue un desastre y Mozart enfadado escribió en la partitura comentarios de lo mal que se había interpretado cada movimiento (adagio, allegro etc.) y al terminar le entregó la partitura con la frase: “toma y estudia mas”.

Digo que esta es la leyenda  porque me dijeron y también escuché en la radio que esa partitura con sus notas al margen se conserva (en austriaco, claro está) en el museo de Mozart allá en Alemania.

De todas maneras si tenéis oportunidad de escuchar (en YouTube, o en directo) esta obra, seguro que quedareis maravillados.

Os la recomiendo.


©Foto y texto de Jesús García Lorenzo